¿Tenés bombachas que ya ni sabés cuándo compraste? ¿Corpiños que te quedaron de otra época? No estás sola. Muchas veces postergamos cambiar nuestra ropa interior porque "todavía sirve". Pero hay razones de salud, comodidad y autoestima que te van a hacer repensar eso.
1. Higiene: el punto clave
Con el tiempo, las telas acumulan bacterias y hongos, aunque las laves con cuidado. El algodón, por ejemplo, tiene un tiempo de vida útil de 6 a 12 meses si lo usás seguido. Renovar tu ropa interior también es cuidar tu cuerpo.
2. Elásticos vencidos = incomodidad asegurada
Cuando el elástico ya no ajusta como antes, el calce cambia. Y si te ajusta de más, puede marcarte la piel o causarte molestias. La incomodidad no debería ser parte del look.
3. Cambiaste vos, cambiá tu lencería
Tu cuerpo cambia, tus gustos también. Lo que usabas hace dos años quizás hoy ya no te representa. Date permiso para actualizarte y elegir lo que te identifique ahora.
4. Te merecés sentirte linda
No hace falta esperar una ocasión especial para estrenar. A veces, solo cambiar una bombacha vieja por una que te encante cambia tu humor. Y eso vale mucho.
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